domingo, abril 04, 2010

El desengaño

Mientras leo a Seth Godin en "¿Todos los comerciales son mentirosos?", me topo nuevamente con el desengaño, según el diccionario de la RAE:

1. Conocimiento de la verdad, con que se sale del engaño o error en que se estaba.

2. m. Efecto de ese conocimiento en el ánimo.

Seth Godin es un gurú de la Red, su lectura podría ser considerada business-related o cualquier otra cosa. Cito:

Las historias sirven para contarnos mentiras a nosotros mismos. Y esas mentiras satisfacen nuestros deseos

El desengaño del que hablo no es exactamente el conocer la verdad, sino en *toparse con ella* cuando confiabas en poder transformar la realidad por obra y gracia del mero deseo. En términos estadísticos, nuestra "verdad" auto-sugestionada es más improbable que la realidad, pero no por ello menos cierta.

Es curioso e incluso sorprendente hasta que punto nos engañamos a nosotros mismos, o dicho de otro modo, como nos hacemos tremendas ilusiones con sucesos muy poco probables. Y, en mi opinión, no tiene nada de malo.

Como auto-nombrado inventor de historias, aceptando la realidad como una mera percepción, lo único requerido al mentirse a uno mismo es estar dispuesto a aceptar el brusco tropiezo con la realidad con deportividad.

Una vez se desvanece del todo la posibilidad del suceso X, debemos remover nuestra experiencia vital en la búsqueda de los ingredientes para crear nuevas y mejores historias, y así ad infinitum.

No todos los deseos se satisfacen a través de las historias que nos contamos para mentirnos a nosotros mismos, pero sí son la base fundamental de la ilusión. Y la ilusión es siempre bienvenida, por muy atractiva que sea nuestra aparente realidad.