martes, junio 13, 2006

Más que amor frenesí

Nunca he visto la película (Más que amor frenesí [imdb.com]) entera, a pesar de lo mucho que me gusta el título. Aún a riesgo de decir una chorrada, Closer [imdb.com], una de mis pelis preferidas de los últimos años, guarda numerosos paralelismos con la que da título a esta entrada.

En todo caso, hoy no voy de crítico de cine, ya lo hice hace muchos años para la revista de una residencia, por pura curiosidad... Hoy toca entonar el Volver [imdb.com] (esta la tengo pendiente :)), con espíritu peliculero y revanchista, de revancha literaria, de vuelta a los ruedos de la palabra.

Escribo de nuevo, porque sí, o porque me han preguntado varias veces en la última semana por qué lo había dejado, si me pasaba algo... Supongo que sí, claro que me pasa, siempre pasa algo. Pasaba que no me apetecía escribir, de eso hace casi un mes, desde el último post. Luego pasaba, por pasar. Después, simplemente, blogger estaba caído. Ahora, paso del pasotismo a dar pasos. El primero, volver a pasar de pensar a plasmar lo que pasa, en la pantalla de mi portátil.

Mañana se lo llevan, a mi portátil, y no lo recupero hasta volver de Córdoba, dentro de una semana. También por esto tenía que escribir, sería demasiado tiempo ya...

Más que amor, mi vida de las últimas semanas es frenesí, no la "violenta exaltación y perturbación del ánimo", como lo definirían los académicos de la RAE tirando de diccionario, sino el personalísimo significado que guarda para mí esa palabra: cierto estrés, locura, velocidad, riesgo, un no parar sin pensar... en definitiva, cuando quieres ver pasar el tren, pero en lugar de eso vas dentro, viendo pasar árboles y paisajes a toda leche, con tu cara en primera persona reflejada en el cuasi-espejo de la enorme ventana...

Hablo de leche ("a toda leche"), porque los galegos llevamos a las vacas en lo más profundo de la psique, porque son parte de nuestra identidad, incluso para los más urbanitas, como un servidor. Hablo de leche porque hace pocos días, dentro de ese frenesí mío de la sobreinformación, me interesaba por el conflicto ganaderos-industria, por el económico, por el trasfondo, por la deslocalización... pero tras la historia de siempre, de oferta y demanda, de costes y economías de escala, de industria versus productores, de peso en el PIB; tras la historia de siempre, acabamos hablando simplemente de leche, de la que va en los bricks, de la que me tomo todos los días con los Choco Krispies, como cuando tenía 10 años.

Y tras hablar de la leche amarilla de la raza rubia galega, agria, pero más grasienta y proteíca; y tras citar el agua oxigenada, le dan ganas a uno de no volver a beberla. No preguntéis porqué, primero echaros H2O2 en el pelo y después me contáis a qué sabe la leche...

Pero dejemos el amor por las vacas y la leche, olvidemos por un momento nuestras profundas raíces y centrémonos en el frenesí, porque de eso va esta entrada, de frenesí.

Pues eso, llevo unos días queriendo ver pasar el tren, en lugar de ir dentro y envidiar fugazmente a los que se quedan mirando. Esto va tan deprisa que asusta, por lo que no quiero ni pensar qué pasará cuando el tren sea de alta velocidad o velocidad alta. Para un tipo como yo, al que le gustan los cambios, cuando todo pasa a toda leche (con agua oxigenada), es como si todo siguiera igual. Es la leche!

Del frenesí, conjugando el verbo pasar, a la leche. Ya lo veis, he vuelto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

For what is worth and of course for the good moments we all have reading your blog, WELLCOME BACK!!!

DO NOT leave us for so long again, please.

xxx