jueves, enero 24, 2008

Cosas que se rompen

"Hay cosas en la vida que se rompen y no pueden arreglarse", ha dicho hace un rato la prota de una serie cualquiera de la tele. Coincido, a mí me ha pasado, la última vez hace muy poco, unos días. Se me ha roto la cama.

Como soy un poco frikie, un adicto a internet, he pensado en comprarme una nueva a través de la red, pero esa no es la historia de hoy. Es curioso el número de camas que he roto, o se me han roto, van cinco o seis por lo menos.

Ya, claro, ahora mismo estaréis todos pensando en lo mismo que pensaría yo al leer esto, pero vuestras mentes calenturientas no aciertan, es decir, no aciertan en el 100% de los casos. Alguna se ha roto porque sí, o lo que es lo mismo, porque mis compañeros de piso del momento se ponían a saltar sobre ella, o porque cambiaba la mía con otra y al desmontar-montar al final "sobraba alguna pieza"... En fin, no recuerdo los motivos para todas, pero sí recuerdo haber dormido con el colchón en el suelo en numerosas ocasiones.

Con todo, ¿cómo es posible me cargue tantas? Mis 70-77 kilitos, dependiendo de la época, no dan para destrozar somieres y sus correspondientes tablillas. O soy un una estrella no descubierta del new porno destroza-camas, o un sonámbulo inquieto y saltarín. Creo que lo segundo es más probable...

¿Cómo arreglé las camas anteriores? No lo sé, sólo me acuerdo de la que soldé en un taller mecánico... Sí, ya sé, raro, pero más raro es ser un rompe-camas, qué le vamos a hacer. Y sin embargo, recuerdo perfectamente cuando una de mis caseras vio el estado de mi cama de entonces al final del curso. La tía, con su hijo al lado, se puso a explicarme que el en "amor" tampoco hace falta sen tan fogoso...

Y, claro, uno de mis compis descojonándose al lado. Curiosamente, el tío que no nos dejaba dormir al son de los muelles de su super cama, la cual aguantaba a pesar de sus más de 100 kilos y los de su novia a mayores. Eso sí, el somier estaba asegurada con media docena de bridas a cada lado...

Cosas de la vida, algunas se rompen... y otras aguantan, aunque en mi caso no hay bridas que valgan.

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