jueves, enero 18, 2007

Tattoo

El hombre despiste, o al menos uno de los destacados del equipo mundial de tipos despistados, hoy se ha dejado las llaves de casa en la oficina y ha tenido que mendigar por casa ajena.

Primero, he sumado el anterior pequeño detalle de quedarme sin llaves y poder entrar en casa, con la llamada insistente y repetitiva al piso-portal que no era. Después, olvidando mi bolsa con trofeos de las rebajas en la casa de quien se dignó a acogerme y darme de cenar.

Despistes vienen, despistes van, una vez recuperadas las llaves, he llegado demasiado tarde a casa, así que os contaré la historia de mi tatuaje en el próximo post.

Eso sí, para ir abriendo boca, por eso de que vale más una imagen que mil palabras, os he dejado las codiciadas fotos de tan magno acontecimiento en flickr. Disfrutadlas!

No hay comentarios: