Entrenador nuevo, victoria segura

- "Pita, pita ya!", gritaba Sebastián Urdaniz, el nuevo entrenador de Canicas, desde el banquillo.

Casi sin voz, castigadas sus cuerdas vocales por sus continuos gritos y la tensión del encuentro, el inexperimentado y recién llegado técnico, en el cargo desde pocas horas antes del partido,
daba por bueno el dicho -Entrenador nuevo, victoria segura- y cerraba con una victoria su primer partido con Igalia Canicas, en el grupo 24 de la IV división de hattrick.

En una decisión tan sorprendente como inesperada, la directiva de Canicas anunciaba la misma mañana del decisivo encuentro la destitución de su entrenador. El elegido llegaba al cargo con poca experiencia a pesar de sus más de 50 años, y con fama de entrenador de mentalidad defensiva, al igual que su antecesor.

De acuerdo a la nota emitida por la directiva del equipo, los jugadores no reconocían ya la autoridad del anterior técnico. El nuevo entrenador llega con la misión de mantener el espíritu del equipo a un nivel razonable, además de mejorar la velocidad de mejora de los jóvenes. La permanencia, por supuesto, es un objetivo inexcusable.

En su 2ª temporada IV división, el equipo gallego Canicas ha demostrado un comportamiento irregular, alternando de forma continua las posiciones de peligro con los puestos que dan derecho a soñar con el ascenso.

Un complicado e igualado grupo, combinado con lesiones de jugadores importantes y errores de bulto del anterior entrenador, condenan al reconocido club a esperar a la última jornada para conocer su destino.

Con la victoria por la mínima de hoy, Canicas se sitúa dos puntos por encima del descenso directo y a 4 puntos y del liderato. Un 4º puesto en el medio y medio de todo, con un partido dentro de 7 días que determinará las aspiraciones del equipo durante los dos siguientes: soñar... o sufrir.