martes, agosto 08, 2006

El humo y los condones

Ver la tele es lo que tiene, se deja uno contaminar por la infinidad de anuncios y el no menor número de noticias alarmantes de los informativos (reconvertidos a noticiarios de sucesos). Al final, totum revolutum, todo se mezcla, aquí paz y después gloria.

En verano se venden muchas más cajas de preservativos que en cualquier otra época del año, por eso la inundación de publicidad televisiva a la que nos someten, el "compre, compre, pero compre Ud. mi marca". Así, no me llama la atención tanto anuncio, sino la fórmula común de chica guapa y chico medianía, unidos por distintas fórmulas del látex de _toda_ la vida (historia del preservativo) [unilatex.com].

A bote pronto, sin exigir demasiado a mi frágil memoria, tenemos la guapa que descubre lo mucho que le gusta la naranja, la guapa que imagina a su polvo nocturno como un super-héroe del sexo, y la guapa del "placer ha sido mío". Tres chicas morenas de más de 8 con tíos de menos de 6.5 (para gustos hay colores, yo les doy mi nota y Uds. cámbienla como deseen).

Ellas, más contentas que unas castañuelas por haber descubierto semejante semental bajo tal apariencia de "corrientez". Ellos, satisfechos de haber dejado el pabellón bien alto, quien sabe ya si gracias a la magia de las gomitas multicolor-multisabor-retardante, o a sus propias artes amatorias. El "total" es lo que cuenta.

El patrón televisivo del sexo con preservativo (toma pareado!) es claro, y no menos directo es su mensaje: "chica guapa busca chico medianía sin miedo a pedir condones de marca en la farmacia". Parece que sea el látex el secreto de su éxito. Ya no se estila llevar por fuera las llaves del Porche, ni disfrazarse de guapo con ropa de marca, no es necesario depilarse el pecho y machacarse en el gimnasio... Lo importante es lucir sin miedo la caja de preservativos retardantes. Si además tienen estrías y saben a naranja, mejor que mejor.

Como decía hace pocas líneas, para gustos hay colores. Por ej., no a todo el mundo le gusta la naranja, las estrías o los polvos de 45 minutos. Hay quien se pone mucho más cachondo viendo bomberos con una manguera bien grande apagando fuegos. Cuanto más fuegos, más bomberos y más grande la manguera, mucho mejor. Gracias a ellos -no me cabe duda que son ellos, no ellas- los vigueses, vigueses-coruñeses y demás visitantes ocasionales de mi hogar del Sur, disfrutamos de noche de San Juan día sí y día también. Hoy vuelve a ser 23 de junio, cómo mola! El que no se consuela es porque no quiere...

Este verano, en la tele, todo es humo y condones, o condones y humo, porque el orden de los factores no altera el producto. Otra vez, el "total" es lo que cuenta. Por un lado, los depravados excitados por el crepitar de las llamas, los que echan de menos el humo de la chimenea de los fríos inviernos y las hogueras de San Juan. Por otro, la nueva fórmula televisiva de tío medianía, super-héroe triunfador envuelto en látex de sabores.

A unos les venden humo para ponerse cachondos y a otros les pone cachondos el humo. A todos les gusta la noche de San Juan. Con todo, el 24 de junio es el día de la píldora del día después, al menos es cuando más se solicitan en los hospitales galegos.

Mi teoría, para este increíble aumento de la demanda en tan señalada fecha, es que los medianías de los anuncios de preservativos siguen a lo suyo, seguramente con condones plateados y sabor a sardiñada. Mientras, los cachondos incendiarios aprovechan su día libre (todo arde sin que ellos tengan que dar un palo al agua) para intimar con la parienta, y la falta de costumbre y de retardante...

En resumen, en el estío del humo y los condones, busquen las parejas masculinas de las que piden la píldora del día después el 24 de junio. 3 de cada 4 son incendiarios, y a las parejas del restante 25% no les gustaba la naranja.

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