viernes, marzo 03, 2006

Dados


He pasado unos días en Cádiz, en el Carnaval. Como las fotos [flickr.com] han llegado antes que esta historia, ya sabréis el porqué del título: 16 personas, 8 amigos/as de Anita y otros/as de Alex, nos disfrazamos de dado el sábado noche.

La Tacita de Plata [wikipedia.org] es una locura colectiva durante la fiesta de la carne. Propios y extraños invaden sus calles disfrazados de las formas más dispares, dejando que la alegría y despiporre generalizado los guíe entre la gente, riendo, bebiendo, posando ante las cámaras, haciendo amigos...




Lo mejor del viaje, o al menos lo más divertido, fue sin duda el proceso de “construir” los disfraces, instrumentalizar la metamorfosis presente en la cabeza de Anita para convertirla en realidad. Es sorprendente lo bien que se organiza el personal cuando interesa. Si nos dejasen trabajar siempre con unos espirituosos a modo de combustible, entre risas y claros objetivos (en este caso, el cachondeo padre), se iban a enterar en el resto del mundo de lo que vale un peine español... Alguien se pregunta porqué el turismo es una de las principales industrias del País? Pues porque a la hora de organizar fiestas y jolgorios no hay quien nos gane. La palabra fiesta, al igual que siesta, son internacionales, las entiende todo el mundo, y son españolas.


Lo de Cádiz, de verdad, es digno de ver, no me extraña que esté considerado el mejor Carnaval de la Península, aunque hace falta una buena preparación previa para pasarse varios días de 4 de la tarde a tantas de la noche en la calle, riendo, bebiendo, posando ante las cámaras, haciendo amigos...


A pesar del dado gaditano o el romano del Halloween yankie, en realidad yo siempre he querido disfrazarme de rubia, con largas melenas y cinturón a modo de minifalda, aunque en esta ocasión tenía pensado convertirme en escocés, eso sí, con minifalda, como la rubia. Al final, teniendo en cuenta la maravillosa organización de los dados del Sur, gustosamente acepté decorar personalmente el mío y unirme al equipo rojo, con una peluca que adorna ya en el salón de mi piso coruñés.


Por qué de rubia o escocés?, os preguntaréis. Pues, lo de rubia, supongo, tendrá que ver con esa enfermedad mía con las tías rubias (altas, guapas, simpáticas, inteligentes, divertidas... alguien da más? por pedir no va a quedar) y lo de “si no puedes vencerlas, únete a ellas”. Lo de escocés, o es culpa de lo mucho que me gustó aquella peli con el prota australiano de Mad Max y Arma Letal con la cara pintada de azul, o del yankie disfrazado de escocés que se acercó antes que yo a una yankie sin disfraz, o de lo mucho que me apetece salir a la calle en falda y sin ropa interior... Vaya usted a saber!

En cualquier caso, me gusto el tema de grupo con dados y peluca. Los dados tienen 6 caras, menos que algunas personas y más que otras. Y a todo el mundo le gusta cambiar de imagen, de “cara”, tanto física como emocional, de vez en cuando. Como rezaba uno de los lemas del Carnaval: “quítate la máscara, ponte la careta”. La traducción es obvia: “sé tú mismo/just be yourself”.


Yo, posiblemente, tenga más de 6 caras. En los últimos años me han definido de casi todas las formas posibles. La verdad, soy muy distinto dependiendo con quién y cuándo: gilipollas, inteligente, tímido, alegre, inseguro, reflexivo, cuadriculado, superficial, alocado, nervioso, inmaduro, serio, formal, aburrido, tristre, vitalista, imbécil, sensible, divertido... Hoy por hoy, Cádiz o no mediante, sigo siendo todas esas cosas y alguna más que se ha quedado en el tintero. Como todos, prefiero divertido a aburrido, sensible a cuadriculado, inteligente a gilipollas, etc.


Algunos estados de ánimo, pertenecientes a las caras de mi dado que menos me gustan, puedo cambiarlos con cierta facilidad. Por ejemplo, cuando me siento algo tristre o deprimido, cuando noto que la mi energía vitalista se agota, simplemente marco y hablo por teléfono. Es decir, llamo a personas con las que me gusta charlar, reírme, compartir las nimiedades de todos los días, para recordar lo mucho que me gusta mi vida, lo afortunado que soy...


En realidad, este post no tiene otro objetivo que no sea dar las gracias a todos/as los que estáis al otro lado del teléfono (o del messenger!, o del skype!). Gracias por seguir lanzando el dado y sacar siempre las caras de mí que más me gustan. Gracias.

No hay comentarios: