sábado, marzo 25, 2006

Mis próximos paseos


Disclaimer

Se informa a cualquier posible lector de que este post es inhabitualmente corto. Además:

  • No contiene material pornográfico ni erótico, por lo que no va alimentar vuestra imaginación enferma y calenturienta antes de iros a la cama.

  • No es gracioso ni divertido, por lo que no os hará reír, ni siquiera sonreir levemente.

  • No es emotivo ni intimista, podéis guardar los pañuelos.

  • No relata ningún hecho causa de vergüenza y/o sonrojo en quien lo escribe, así que tampoco os servirá para meteros conmigo.

  • No se devolverá el tiempo de lectura, en cash ni “especias”, a ningún lector o lectora descontento/a.

/Disclaimer


En muchas ocasiones habré comentado lo mucho que me gusta darme paseos (viajar). Lo ideal sería vivir en otros, variados, lugares durante unos cuantos meses e ir cambiando, porque es la única forma de entender de verdad cómo funciona el mundo más allá de lo cercano y conocido, además de tener otra perspectiva de lo propio. Sin embargo, tal y como se ha montado esto de la vida en el mundo moderno, es enormemente complicado compatibilizar ese viaje de aprendizaje multicultural con el adecuarse a las exigencias del día a día.


Mi experiencia más larga lejos de la Terriña fue la que dio lugar a este blog, allá por la Costa Oeste de Yankilandia, cerquita de México, durante 17 semanas. La primera, ¿6? años y medio antes, había sido de 4 semanas en el suroeste de Irlanda. Entre medias, 1 semana en Holanda, otra en Dinamarca y una más en England. A todos esos sitios me gustaría volver, pero también sigo teniendo un montón en mi lista de “pendientes”. Dar paseos, conocer sitios, es una droga, y yo soy un adicto públicamente declarado.


Desde que volví de California, hace poco más de 3 meses, he consumido drogas menos duras, como acercarme a visitar amigos/as dentro de Erssspaña, con el fin de semana extremeño y los Carnavales de Cádiz, y también visitado Málaga por temas de trabajo.


Para el resto del año, tenía pensado hacer algún viaje de 3 semanas, aprovechando mis vacaciones y la estancia de gente conocida al otro lado del mundo, visitando a Eva en China, o a mi hermanita durante sus hipotéticos 5 meses en Sidney. Afortunadamente, antes de tales tutes de horas interminables en aviones y aeropuertos, podré calmar mi mono con algún chute menos intenso.


No quiero gafar mis paseos los próximos 3 meses, así que no lo escribiré entre exclamaciones de alegría ni daré saltos virtuales entre las teclas: (probablemente) pasaré unos días en Bruselas a finales de mayo y otros tantos en la Costa Mediterránea a finales de junio. Ambos por temas relacionados con el trabajo y sin castigar prácticamente mi maltrecho presupuesto. Nunca os he contado lo mucho que me gusta mi trabajo?

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